Reparacion de baterías de forma fácil y económica

¿Te a gustado el articulo?
[Total: 1 Average: 5]

Las baterías son dispositivos que almacenan energía eléctrica y que nos permiten usar nuestros aparatos electrónicos sin necesidad de estar conectados a la red.

Sin embargo, con el tiempo y el uso, las baterías se van deteriorando y pierden capacidad, lo que hace que duren menos y que tengamos que reemplazarlas con más frecuencia.

¿Qué pasaría si te dijera que hay una forma de reparar baterías y hacer que recuperen su rendimiento original? ¿Y si te dijera que puedes hacerlo tú mismo, en tu casa, con materiales sencillos y baratos? ¿Te interesaría saber más?

Pues sigue leyendo, porque en este artículo te voy a explicar cómo la reparacion de baterias ahorra dinero y cuidas el medio ambiente.

¿Qué tipos de baterías se pueden reparar?

Existen muchos tipos de baterías, pero las más comunes son las de plomo-ácido, las de níquel-cadmio y las de litio. Estas baterías se usan en coches, motos, ordenadores, móviles, cámaras, herramientas eléctricas y muchos otros dispositivos.

Cada tipo de batería tiene sus características y sus ventajas e inconvenientes, pero todas tienen algo en común: se pueden reparar.

La reparación de baterías consiste en revertir el proceso de sulfatación o cristalización que se produce en las placas internas de las baterías cuando se descargan y se cargan repetidamente.

Este proceso reduce la capacidad de las baterías y hace que se calienten más y que se dañen más fácilmente. Al reparar las baterías, se eliminan los sulfatos o los cristales que se han formado y se restaura la conductividad eléctrica de las placas, lo que hace que las baterías recuperen su capacidad y su vida útil.

¿Cómo reparar baterías de forma fácil y económica?

¿Qué pasos se deben seguir para reparar baterías?

Una vez que se tienen los materiales necesarios, se pueden seguir los siguientes pasos para reparar baterías:

  1. Abrir la batería. Con el destornillador o la llave, se quitan los tornillos o las tuercas que sujetan la carcasa de la batería y se levanta la tapa. Se debe tener cuidado de no dañar la batería ni de provocar un cortocircuito al manipularla. Se debe usar guantes y gafas de protección para evitar el contacto con el electrolito, que puede ser corrosivo y tóxico.
  2. Medir el voltaje de la batería. Con el voltímetro o el multímetro, se mide el voltaje de la batería y de cada celda. Se debe anotar el valor obtenido para compararlo después de la reparación. Si el voltaje de la batería es muy bajo o nulo, significa que la batería está muy dañada y no se puede reparar. Si el voltaje de la batería es normal o alto, pero el de alguna celda es muy bajo o nulo, significa que esa celda está defectuosa y hay que reemplazarla. Si el voltaje de la batería y de todas las celdas es normal o alto, significa que la batería se puede reparar.
  3. Extraer el electrolito viejo. Con el embudo y la jeringuilla, se extrae el electrolito viejo de cada celda de la batería y se deposita en un recipiente adecuado. Se debe tener cuidado de no derramar el electrolito, ya que puede ser corrosivo y tóxico. Se debe usar guantes y gafas de protección para evitar el contacto con el electrolito.
  4. Añadir la solución química nueva. Con el embudo y la jeringuilla, se añade la solución química nueva a cada celda de la batería, hasta llenar el nivel indicado. Se debe tener cuidado de no añadir más solución de la necesaria, ya que puede provocar una sobrepresión y una fuga de la batería. Se debe usar guantes y gafas de protección para evitar el contacto con la solución química, que puede ser corrosiva y tóxica.
  5. Cargar la batería. Con el cargador de baterías, se conecta la batería a la red eléctrica y se deja cargar durante el tiempo indicado por el fabricante o por el tipo de batería. Se debe usar un cargador adecuado al tipo y al voltaje de la batería que se quiere reparar. Se puede usar un cargador convencional o uno inteligente, que tiene la ventaja de que se apaga automáticamente cuando la batería está cargada y evita el riesgo de sobrecarga. Se debe vigilar la batería durante la carga y comprobar que no se caliente demasiado ni que emita humo o gases. Si esto ocurre, se debe desconectar la batería inmediatamente y descartarla.
  6. Medir el voltaje de la batería. Con el voltímetro o el multímetro, se vuelve a medir el voltaje de la batería y de cada celda. Se debe comparar el valor obtenido con el que se anotó antes de la reparación. Si el voltaje de la batería y de todas las celdas ha aumentado, significa que la reparación ha sido exitosa y que la batería ha recuperado su capacidad y su vida útil. Si el voltaje de la batería o de alguna celda no ha variado o ha disminuido, significa que la reparación no ha funcionado y que la batería está irreparablemente dañada.
  7. Cerrar la batería. Con el trapo o el papel, se limpia la batería y se seca bien. Con el destornillador o la llave, se vuelve a poner la tapa de la batería y se aprietan los tornillos o las tuercas que la sujetan. Se debe tener cuidado de no dañar la batería ni de provocar un cortocircuito al manipularla.

Conclusión

Reparar baterías es una actividad que cualquiera puede hacer, con un poco de paciencia y precaución. No solo es una forma de aprovechar al máximo las baterías que tenemos, sino también de aprender y divertirnos.

Espero que este artículo te haya sido útil e interesante, y que te animes a reparar baterías. Si tienes alguna duda o comentario, puedes dejarlo abajo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *